jueves, 19 de agosto de 2010
Te quiero
Yo no digo "te quiero". Ya no, a veces ni siquiera cuando realmente quiero. Y no querer de querer decirlo, sino cuando quiero. Cuando quiero a alguien no se lo digo. Y no porque no quiera, porque sí quiero (si quiero decirlo), sino porque sé que mis "te quiero" pueden ser efímeros. Mucha gente cree que yo no quiero. Que yo no quiero de querer, de querer a la gente, pero los pocos a los que quiero saben que sí he llegado a querer a algunos pocos. Pocos, sí, pero los quiero/quise mucho. Yo no digo "te quiero", y no sólo porque mis "te quiero" pueden ser efímeros. La verdad es que me cuesta trabajo decir "te quiero", pero no sólo por eso no lo digo. Lo digo sólo cuando vale la pena, cuando sé que no es efímero, cuando realmente quiero y no sólo quiero querer o quiero decir "te quiero" por compromiso. No, yo no digo te quiero, a nadie, mucha gente piensa que yo no quiero. Pero es como los dieces de aquella maestra que decía que los dieces son sólo para Dioses. Si un día escuchas de mi un "te quiero", será porque te quiero. Si un día escuchas de mi un "te quiero", jamás me preguntes de nuevo si te quiero, por que te diré que no. Pero, ten por seguro que ese no, es un "te quiero".
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