La primera vez que pasó todo esto que no les voy a contar. Pocas veces en la vida me sentí tan fastidiada como entonces, sin una forma de escapar. Ni siquiera podía dormir y todo daba vueltas por dentro y por fuera. Hoy las cosas no son tan confusas e incoherentes/increibles como fueron esa vez, pero las ganas de huir son las mismas.
A partir de hoy, para mi, saver se escribe con v chica.
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