domingo, 4 de julio de 2010
Favor de no leer
Dormiré con la luz encendida esta noche, tal vez porque no quiero que en las sombras se me aparezca tu recuerdo. Tal vez estoy haciendo mal. Tal vez debería estar contigo hoy. Abrazarte, besarte como si nada hubiera pasado. Como si todo hubiera sido un mal sueño, como si en verdad te amara. Y no sé, tal vez sí te amo. Sé que nadie me amará como me amas(te) tú. Qusiera poder estar ahí, decirte que todo estará bien, ser tu amiga hoy que sé que me necesitas, apoyarte como dices que nunca lo hice. Ser la amiga, compañera, aliada, cómplice que nunca pude ser. Y ser yo la amiga de años que te ayude a olvidarme. Quisiera no tener que ver las cenizas que dejamos por todas partes. Los sueños desmembrados regados por mi habitación. Quisiera que hubiera alguna forma de hacer que todo perdiera sentido. Que de pronto todos nuestros recuerdos fueran no más que una buena película romántica, en la que nos podemos saltar los malos momentos, y repetir las escenas de besos cursis una y otra vez hasta que perdieran sentido. Qusiera poder ser yo la que borrara mis fotos de tu computadora, mi número de tu celular, mi dirección de tu MSN. Quisiera haber tenido el poder de ahorrarte el dolor de pasar por la puerta de mi casa, de salir. Y estar ahí a tu lado, ser yo quien borre de tu cabeza mi nombre, quien tire a la basura mis regalos, quien limpie de tu cuarto los sueños desmembrados que dejé olvidados en los recobecos que siempre te dio flojera limpiar. Quisiera ser yo quien recoja las cenizas de nuestro amor, y ahorrarte a ti todo lo que yo tendré que hacer por mi misma, como yo lo quise.
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Qué habrá pasado…
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