lunes, 12 de julio de 2010

Llorar en silencio

Yo sé que hay caminos en la vida que deben recorrerse en soledad. Pensé también que ese sería un paso que podría saltarme, y puede ser que siempre supiera que este día llegaría. Me lo advirtieron y no me lo quise creer. Qusiera tener la fuerza para levantarme sola después de haber caido tan bajo, poder sostenerme sobre mis pies como quise el día que escribí en este mismo blog "First One", pensando que no estaba sola. La verdad es que no la tengo, y hoy siento también que no tengo tampoco de dónde sacarla. Me di permiso hoy de llorar sola en mi cuarto, pero hace poco alguien me enseñó que llorar en compañía siempre duele menos. Pero fue hasta hoy que lo comprobé... y de la mala manera. Quisiera tener el valor para dormir esta noche, sabiendo que despertaré mañana. La verdad es que no lo tengo. Hoy descubrí también que siempre supe cómo llorar en silencio, y que en realidad nunca antes lo había hecho. Llorar en silencio es lo mismo que llorar en soledad, y no como pensaba antes, que era llorar sin hacer ruido, sin que nadie se enterara. Hoy no soy capaz de sacar consuelo de las sombras. Por primera vez en mi vida quito el velo a la soledad, sólo para darme cuenta de que, a veces, ni siquiera ella es compañera.

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